«Podemos disfrutar de una perfecta fusión de estilos con oleaje mediterráneo».

De ese recordar a través del túnel del tiempo en el que estamos inmersos muchos, o algunos, empezábamos a extrañar en la escena aragonesa temas con una buena base rítmica y un aire a canalla desenfadado (pero castizo, ¿eh?) con sabor mediterráneo. Pues bien, estamos de enhorabuena porque tras cinco años de compartir experiencias, grabaciones y maduras esperas, Fernando Frisa, Nacho Estévez ‘El Niño’ (ex-componentes de Malamente), Fernando Azagra (Adiós Jumbo y Dos Lunas), Carlos Marín (El Bosque, Connie Corleone) y Roberto Montañés (Los Berzas y los Gandules) han dado vida al primer disco de una nueva banda bautizada como Los Cármenes.
Han contado con alguna colaboración de lujo de amigos como: Bunbury y Guille Martín (Calamaro, Jaime Urrutia, Los Rodríguez) entre otros. De hecho, Guille Martín no se limitó a hacer sonar guitarras y teclados sino que compuso «Dignidad» junto a Fernando Frisa. El resto de las canciones están compuestas por Frisa y Estévez.
Los Cármenes se sienten atraídos por los sonidos mediterráneos de gente como el Rachid Taha, Kiko Veneno, Radio Futura, Camarón, Los Rodríguez, Vaya con Dios, bunbury (¡Ay!, ¿quién no?). Vitalidad y esencia marítima que tienen cabida y lógica en esta «banda de granujas zaragozanos».
¿Y qué vamos a encontrar en este primer disco?. Encontramos a un grupo que canta sinceramente a la pena, pero sin intentar inventar sentimientos, mostrando historias que casi todos llevamos dentro con una deliciosa armonía, con abundantes arreglos, conservando la elegancia y sensibilidad más pura.
Podemos disfrutar de una perfecta fusión de estilos con oleaje mediterráneo: Sabor árabe en «Saliste del Mar», rumba gitana en «Bailando con esta pena», algo de la mejor Dolce Vita italiana en «Dignidad», swing homenaje a Vaya con Dios en «Carmen», rumba sinvergüenza en «Mocita» y mucho más en doce cuidadas pistas que harán por fin de faro a muchos, o a algunos, barcos que esperábamos a la deriva. ¡Buena suerte marineros!. ¡Al abordaje!.
Antonio Valdovín