AMANECE EN BLANCO – SULLIVANS
LABORATORIO ESPACIAL DE SONIDO
Son Sullivans uno de esos grupos que siempre están en boca de quienes analizan el futuro inmediato de la música local y que, sin embargo, no acaban de dar el salto que les transporte a la ansiada profesionalidad. Y no será por falta de méritos y de trabajo, porque su esperado primer larga duración es todo un tratado de buen gusto no exento de buenas canciones, fruto de un largo proceso de elaboración y fruto también de la paciencia de una banda que acumula ya varios años de presencia destacable en el panorama aragonés.
Y es que «Amanece en blanco» nos muestra a unos Sullivans cercanos al pop épico de los ochenta pero abiertos a propuestas más actuales (Chucho, Radiohead o Placebo) e, incluso, dispuestos a coquetear con los ritmos electrónicos. No en vano, su apuesta musical se cimenta sobre un sonido muy cuidado en la producción que logra mantener la tensión emocional y en el que comparten protagonismo a partes iguales el meritorio trabajo de su bajista y la voz ya mucho más consolidada y convincente de Alberto.
Temas como Atmósfera cero, Mis horas perfectas, Feedback emocional o el que da título al CD son fieles exponentes de esa atmósfera dramática y agobiante que es ya seña de identidad de Sullivans. Si a ello unimos unas letras teñidas de psicodelia y lucha interior («qué verdad es mi comedia / me intoxico de belleza hoy / estallo y reproduzco millones de sonidos / todo el mundo está tan cerca») el resultado es un disco realmente meritorio que sin duda pugnará por hacerse un hueco entre los discos locales de la temporada.
Bien es cierto que quizá le falta a «Amanece en blanco» una canción emblemática y pegadiza (un hit) para poder soñar con metas más altas, ya que junto a canciones verdaderamente acertadas comparten protagonismo otras que, aunque mantienen el buen tono general del disco, pueden llegar a provocar la indiferencia del oyente.
Para la anécdota quedan las ilustres colaboraciones de Rafa Domínguez (Bunbury), Alan Boguslawsky, Gustavo Siibert (El Polaco, Distritocatorce), Liborio (Superyó, Picore, Cuarteto de cuerda del Doctor Liborio), Guille Martín (Desperados, Calamaro…) o el propio productor Paco Lahiguera (El Niño Gusano), así como la acertada versión que de Vicente del Bosque de El Niño Gusano llevan a cabo y que es, con mucho, una de las más dignas y mejor paradas de las incluidas en «Pana, pijama , lana«, disco tributo a la extinta banda zaragozana.
En definitiva, después de ver a Sullivans en directo y después de escuchar detenidamente este su primer disco, las sensaciones que le quedan a este humilde cronista local son más que positivas: el grupo posee una base musical sólida y creíble y una estética y una actitud cercanas a la arrogancia que, a pesar de generar ciertas antipatías, aportan un valor añadido a su música. Y es que uno ya está cansado de ver al vecino del quinto subido encima de un escenario… Sólo falta que sepan edificar sobre esos sólidos cimientos un elenco de canciones lo suficientemente numeroso y brillante como para deslumbrar. Mimbres hay.
Jaime stereAnt, censor implacable