Ha costado, pero ya está aquí. Big Sur presenta Talking with the birds, una colección de sonidos sesenteros con pequeños guiños a Jamaica, a la Motown, a la psicodelia, y como no, a los Beatles. Un disco en el que todo es posible, desde un rap que te sorprende en mitad de una canción protesta hasta sonidos de sprays, cacerolas y botellas que acompañan acordes de optimismo, rabia o nostalgia. El álbum ha sido grabado en The Dreaming-room y Estudios Séptimo Cielo de Zaragoza a lo largo de los últimos tres años. Con esa excusa, Aragón Musical estuvo charlando con Jorge Maestre, vocalista y compositor de Big Sur. Consulta la entrevista. |
Podríamos marcar una fecha de inicio. Por ejemplo, el 2001, cuando comenzó la grabación de Talking with the birds. O 1996, cuando nacían las primeras canciones. Pero… empezaremos por el principio “Recuerdo que en 1987 reeditaron en vídeo Submarino amarillo. Yo tenía 8 años, y conseguí que me lo compraran para Navidad. Me enamoré de la película y luego descubrí todos sus vinilos en casa, los tenían mis padres. Y ya fue empezar y no parar. Beatles durante años.” Y al igual que los Beatles, todo vale para sacar un sonido “Siempre buscamos sonidos atípicos fuera de los que son dos guitarras, bajo y batería. Hay ocasiones en las que tienes una idea en la cabeza y dices “necesito un cencerro”, pero muchas veces coges utensilios caseros y pruebas, por ejemplo, a envolver el micrófono con un calcetín” El resultado son diez canciones en las que se pasa de la frescura instantánea de Talking with the birds â canción elegida en el concurso Grábatelo 2004 â al aullido contrapuesto de Lovers Lullaby, con la que se cierra el disco. “Lo que hicimos fue seleccionar una serie de temas, nuestros favoritos, que iban desde 1996 hasta 2003, y empezamos a trabajar sobre ellos. Es una especie de recopilatorio de lo que ha sido nuestra experiencia musical durante estos años, y creo que se deja ver bastante bien la evolución” Una evolución que lleva a volver a grabar dos de los temas que ya habían sido registrado en Séptimo Cielo, Season Love y Summernight in Atlantis, pero esta vez con nuevos arreglos, e incluso con un rap! “Ese fue uno de los días más divertidos de estudio. Estuvieron Alex y Paula de Estige, gente de Silent, de Nubosidad Variable… Digamos que les engañé un poco, les invité a hacer una colaboración en el disco, y ellos pensaban que iban a ser unos coros o algo por el estilo, y cuando llegaron allí se vieron un pedazo de rap en inglés, y fue un poco shock (risas), pero lo hicieron muy bien. Ha quedado genial.” Es el broche final a varios años de parones, cambios de formación, grabaciones en un ¡2 pistas! y ensayos en lugares tan dispares como en el aula magna de una facultad o incluso una parroquia, para disgusto del padre Azofra “Al padre Azofra no le dijimos lo que hacíamos, él pensaba que éramos parte de otro grupo, que ya ensayaban allí y con los que manteníamos buena relación. Así que en nuestros ensayos tenía que haber siempre miembros del otro grupo, para que no sospechase…, pero ésa es la aventura de tocar aquí en Aragón, faltan unos locales de ensayo adecuados en los que poder hacer música sin estar pendientes de que el barro llegue hasta el techo, o de saber a qué hora nos abren la puerta, cosas así. Nunca las condiciones son absolutamente óptimas, la cuestión es tocar y hacer música como se pueda” No sólo música, a eso le añadimos trabajo, estudios y obligaciones varias como presidente de la comisión de cultura de la facultad de Derecho o miembro de diferentes ONGâs “En realidad es un problema, porque al final, con tantas actividades, ni te centras en una cosa ni te centras en otra. Posiblemente no hay ningún motivo para que este disco haya tardado en gestarse 3 años, si nos hubiésemos centrado en el disco podría haber estado en unos meses, pero estás con la música, con los estudios, con mil cosas. Es lo que hay, es la situación actual en la que vivo, y es lo que le pasa a todos los grupos.” Algunos de esos grupos han hecho un hueco en sus agendas para colaborar en el álbum de Big Sur, en total 19 colaboraciones estelares, incluyendo sección de cuerda, viento, piano, palmas e instrumentos varios. Eso en el disco, otra historia será el directo. “Tengo un gusanillo increíble de volver a subir a los escenarios, porque grabar es un proceso que quema mucho. Permite experimentar pero también es mucho más agotador. Ahora mismo los directos es lo que más me apetece hacer. Tenemos las canciones, tenemos los músicos… lo siguiente será empezar los ensayos y a tocar”
Más información en www.bigsur.tk
Texto: Beatriz Pitarch