Esta columna tendría que haber salido durante la pasada semanaâ¦pero entre los líos de preparar el fanzine y diversos entresijos éticos y desilusiones las cosas se han pospuesto hasta hoy. Hoy que es un lunes, pero que para cuando lo leáis puede ser casi cualquier día.
El viernes había que empezar a cerrar todas las becerradas programadas para una semana después: así que tuve entrevista con Elena Gracia, amable reportera del Heraldo de Aragón, que hizo un hueco en una agenda de locura para hacerme unas preguntas. Bien lubricado por un par de cervezas estuve bastante cordial y lúcidoâ¦creo. De todos modos casi nada salió en la reseña del Muévete de la semana siguiente. Cosas del directo o la vanguardia es así. Por lo menos la gente del Heraldo de Aragón nos sacó⦠El Periódico de Aragón, paladín de la contracultura oficial o intento fallido de luchar contra el la prensa de siempre demostró el apoyo hacia las propuestas locales PASANDO totalmente de la presentación de Confesiones de Margot y a cambio dando mucha mucha cobertura al concierto de Javi3Pezâ¦como dijo un conocido músico zaragozano cuando vimos el silencio del periódicoâ¦la próxima vez invita a los Makumba Beat o algún grupo de mandingas a tocarâ¦seguro que así Javier Losilla os saca. Pues nadaâ¦lo dicho, acá estamos para NADA. Mierda de ciudad.
Antes de seguirla por la nocheâ¦una sesión Aldente TV. La verdad es que las echaba de menos y te dejan las pilas cargadas, el estómago lleno y el hígado pelín jodido. ¿La habitación roja dices? Yo tuve un grupo, ellos ya estaban, luego tuve otroâ¦sacamos sólo un EP y un largo, y allí seguían, estuvimos de gira con ellos. Ah, y ahora tengo otra bandaâ¦y allí siguen.. Tocando la misma canción apostillo yo. Se nos unió Simón Salmón y los tres disfrutamos de una serie de vinos blancos que enervaron los ánimos. Dejamos a un lado los asuntos mundanos y superficiales para dedicarnos a cosas importantes: freaks y demás fauna de las que pululan por una imaginaria circunferencia que alcanza la Plaza San Pedro Nolasco, el café Praga, los extintos Sopa de Letras o la Caja de los Hilos y algunas de las intrincadas callejuelas del Casco Viejo. ¿Algo habrá que comer no? Parada técnica en el Portolés para degustar unos calamares, un poco de arroz con mejillón de roca y ajos tiernos y unas albóndigas con salsa de almendras. Todo bien regado con vino tinto. ¿Hay mayor trascendencia?
Y aún estuve en el Bacharach tomando un poco de agua tónica mezclada con Bombay. Pero la Casa del Loco y los Antípodas me reclamaban. Teníamos el mazo de entradas, teníamos los flyersâ¦éramos jóvenes y todavía no estábamos enamorados. Me temía lo peorâ¦preferí estar un rato escuchando viejas anécdotas de los Proscritos con Jose Lapuente en el Sidecar⦠pero al final la cosa se cocía dentro⦠y yo, terriblemente, no lo estaba lo suficiente (-cocido, me refiero.-)
Entré y salí un par de veces del concierto de La Habitación Rojaâ¦coincidiendo en la situación espacio-temporal sónica similar a la de un conocido pinchadiscos de la ciudad (aún no sé qué repercusión tiene la columna, así que seguiré sin poner nombres si eso puede resultar ofensivo o provocar algún problema)â¦pasaban las canciones y era difícil recordar si era en algún momento cambiaban de tema⦠una hélice que confluía siempre en Jorge (cada vez más parecido a Fran Costa Brava) y Pau (muy, muy posturitas y también alcanzando una insultante semejanza a Sergio Vinadéâ¦Â¿cómo era eso de que los perros se acaban pareciendo a sus dueños o cuando alguien lleva mucho tiempo de pareja también comienzan a compartir rasgos comunes..) en fin⦠pero el público popero disfrutabaâ¦así, a piñón, una después de otraâ¦ojos de se me ha mojado la puntita. Y es que era un concierto en el que HABíA que estar. Dos o tres veces.
Ante semejante perspectiva y con los negocios cubiertos me volví para el Bacharach. Allí cerré la noche con grandes proyectos, que vistos ahora tienen poco valor⦠hablé con Guille Martín para que subiera a tocar el día de la presentación del fanzine un temita junto con Jose Lapuente y con Fernando Frisa. Se iba a hacer La torre de la Velaâ¦una canción preciosa de los 091 (a esos, a esos grupos hay que escuchar⦠¿de verdad que después de oir Esta Noche, La Canción del Espantapájaros o El Baile de la Desesperación alguien me puede decir que no hay manera de escribir buenas letras en españolâ¦), pero bueno, al final no pudo ser como sabréis dentro de un par de columnas⦠y digo un par porque este viernes se me está alargando y el sábado siguiente tuvo aún mucho juguillo⦠sólo dar un toque en la coronilla a la genteâ¦Los Vibrants, con Enrique Moreno en la batería están en la ciudad, hacen surf music y no piensan irse tan rápido.
Octavio Gómez Milián
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