Cuti “Psicoanálisis de un man”

Puede que el enturbiado mundo de la música provoque cambios de planes más frecuentemente de lo deseado cuando se trata de músicos sin respaldo. Así, un disco que originalmente iba a publicarse en el 2004 y que iba a contener 24 canciones, divididas en un disco con temas maniacos y otro con temas depresivos, se queda en un único cd, con 14 cortes, editado hace algunas semanas y bautizado como Psicoanálisis de un man.

El título es lo suficientemente explícito como para dejar entrever una colección de necesidades, dudas, contradicciones, locuras, errores, ironías y autodefiniciones. Tras los acertados El Mundo de Irene y La Casa Naranja, el tercer disco de Cuti nos muestra un striptease sentimental que refleja la personalidad del jacetano y que de nuevo respira aires de los 50, de Dylan, Beatles, Rolling y demás clásicos del rock. Se nota que estuvo en los Dynamos, grupo rockabilly de hace algo más de una década, pero también se notan escuchas continuadas de Fito Páez, y miles de horas frente a su piano.

Cuti va al psiquiatra es un pequeño guiño extraído de una película que sirve de introducción al disco. Aclarada la visión del experto, entran los teclados, en los que se apoya el disco completo. Años 50 en Serenidad o El rock del balón, coros despreocupados en Encontrando, reminiscencias blues en Contradicción o La casa del bosque y aportaciones reseñables en El sparring, con la voz de Guille Martín, y en El cabo de la felicidad, una preciosa balada perfectamente complementada con la voz de Maria Luisa Usoz, de Connie Corleone, que le aporta nostalgia y dulzura a la canción.

Otro corte cinematográfico previene del final del disco, aunque aún hay unos minutos para Fado Son (un rayo de esperanza), un tema instrumental con percusión minimalista y melodía de guitarra acústica, que como su nombre indica aporta un punto de luz a esa maraña emocional desarrollada a través del psicoanálisis completo, en la que por cierto, es un placer inmiscuirse.

Texto: Beatriz Pitarch
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