El músico argentino afincado en Israel David Wapner pondrá los próximos días 8 y 9 de julio el broche final a una temporada donde La Campana de los Perdidos ha seguido fiel a su Filosofía cultural de pequeño formato… y gran nivel. El sábado por la tarde, antes de la actuación de Wapner, hay convocada una jornada de puertas abiertas y agapé donde cualquier persona podrá aportar ideas para la programación del 18º año. Un día antes, multi-actuación de artistas que han pasado por La Campana. Más de década y media quedará atrás, donde no todo ha sido un camino de rosas precisamente. Hemos hablado con Rodicio Goyanes, alma y cuerpo de La Campana, sobre este fin de temporada… y sobre mucho más… |
La Campana de los Perdidos pone fin a otra temporada cargada de eventos culturales de todo tipo. De nuevo su sello personal como característica principal. El próximo viernes, 7 de julio, La Campana agradecerá a los artistas que han formado parte de alguno de sus carteles la labor aportada invitándoles a una merienda-cena. Seguidamente quemarán lo recién comido con una multi-actuación. Un día después, antes del concierto de David Wapner, broche de oro de final de curso, hay convocada una jornada de puertas abiertas con agapé y mesa redonda para socios donde cualquiera podrá opinar sobre la temporada a punto de terminar y aportar ideas sobre la próxima. La programación volverá a empezar en septiembre, con el 17º cumpleaños del emblemático lugar. No obstante todavía resulta difícil olvidar las dificultades que ha habido para llevar adelante La Campana de los Perdidos. Aragón Musical ha hablado con Rodicio Goyanes, alma y cuerpo del castillo subterráneo de la zaragozana calle Prudencio.
“Hay gente que es reacia a ir a un teatro o a un auditorio, sin embargo sí que gustan de asistir a estas actuaciones, son más cercanas a su forma de vida”.
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