Sin duda, algo tiene de mágico Cuba. Muchos artistas visitan la isla caribeña para encontrar un hilo conductor a su nuevo disco. Mucho hay que aprender de aquel pueblo, de su forma de vivir, de sentir y de disfrutar la música. Carmen París y por casualidad, vivió dos meses, sabiendo que entre aquella gente le tendrían que salir las letras de su nuevo disco, InCubando. No tenía nada, ni una sola frase. Aquella «aventura» y gracias al ofrecimiento de un amigo con su apartamento en La Habana, consiguió que todo fluyera en este último año. El 8 de enero de 2007, Carmen París aterrizaba por primera vez en su vida en La Habana y rápidamente se empapó de los ritmos siempre influyentes de Cuba. Antes, los múltiples compromisos de la zaragozana, le habían impedido cumplir con un nuevo cedé para Warner. Ahora y a punto de cumplir 42 años, nos presenta InCubando su tercer trabajo musical, en el que las canciones que encontramos, fueron naciendo lúcidas, burlonas, vivarachas, empapadas de luz caribeña y de un irresistible buen sentido del humor.
Según cuenta la propia Carmen, queda claro que la felicidad también puede ser un magnífico campo abonado para la inspiración. “Me fatiga ese discurso de que las mejores canciones sólo pueden nacer de la negrura, el dolor y la soledad”, objeta. “Yo también he escrito algunas buenas canciones desde el desamor, pero no es condición imprescindible”. Por eso InCubando ha nacido así, tan radiante, tan femenino, tan carente de complejos. “Me siento menos temperamental que antaño y ahora soy más práctica y reflexiva”, revela una Carmen más madura (“¡gracias a Dios!”), pero que conserva intacto “ese espíritu de la niñez, esas ganas de jugar y disfrutar”.
Ya podemos escuchar su primer sencillo, 25 Años. Un tema a dúo con Santiago Auserón.