Hacía tres años que Iván Ferreiro no pasaba por la ciudad, por lo menos no para tocar, y por lo que se vio anoche en la Oasis la espera mereció la pena. Con un Sold Out en toda regla se presentó el vigués con su nueva banda: en las guitarras Amaro Ferreiro (el hermanísimo, compositor de varios temas del disco) y Emilio Saiz (hijo del productor de Piratas e Iván Ferreiro entre otros, Suso Saiz), al bajo el polifacético músico gallego Pablo Novoa, Ángel L. Samos a los teclados y Toni Toledo a la batería. El motivo no era otro que la presentación del tercer disco en solitario Mentiroso mentiroso.Después del set acústico que regalaron en el Forum de Fnac por la tarde llegaba el momento de lo eléctrico. Los Stereotipos dejaron buen sabor de boca, fueron concisos, no se alargaron demasiado e hicieron amena la espera con su pop-rock en la onda de grupos como Vacazul o los mismísimos Sidonie que pudimos ver hace poco en Multiusos.
Llegó el momento de Ferreiro, los primeros compases de Toda la verdad dejaron claro que esto acababa de comenzar. Una a una fueron cayendo todas las canciones de su último disco, desde el blues rasgado que da nombre al mismo, hasta las geniales Canción Húmeda (compuesta a pachas con Leiva de Pereza), NYC, La canción sin/con pasión…
También tuvo tiempo de repasar sus dos anteriores discos entre las cuales destacaron por encima de todas la nueva versión de Fotogramas, Piensa en frío, Mrs. P y Mi furia paranoica.
De Los Piratas dejó claro que ya estaba en otro mundo pero aún así nos regaló (él y su piano) El equilibrio es imposiblepor petición popular (mayoría absoluta).Se fueron pero volvieron, el karaoke popular en el que se había convertido la sala hizo que la banda se animara más si cabe. Fue el momento de tocar Magia con un comienzo a capela impresionante, Ciudadano A. enlazada con la preciosa Diecinueve de Maga y Turnedo, sin duda la más aclamada por el público. Y cuando todos pensábamos que se retiraban terminaron el concierto con El viaje de Chihiro.
En resumen un gran concierto de más de dos horas, con un público entregadísimo que llevó en volandas a la banda. A pesar del mal sonido inicial pudimos comprobar que la nueva formación suena más agresiva y contundente. Esperemos que Mister Ferreiro nos siga regalando canciones durante muchos años.
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