El primer trallazo que salió de la maquinaria perfecta que han logrado ser no está incluido en el disco, aún así esperamos que Palabras pueda ser grabada pronto. Siguieron con Ya no estás, uno de los mejores cortes del disco en donde ya se comenzó a entonar Patrizio a la guitarra eléctrica, uno de los puntos fuertes del directo del grupo y un lujo para el espectador. Inepto con una grandísima introducción digna de los primeros Coldplay es solamente una muestra de la grandeza de la sección rítmica de Ticket, Camilo y Maiki se entienden a la perfección pese a llevar menos de un año tocando juntos, algo extraordinario.
Antes del primer parón nos regalaron Siento que vuelo, en la que volvemos a ver la influencia de la banda londinense, Luz y la primera colaboración de la noche, Leticia de Delirios de Medea hizo que No llores fuera más perfecta de lo que es. Tras esto, un parón para que Camilo se luciera al ritmo de sus golpes con la única compañía del sintetizador que acompaña con acierto algunos de los temas. A la vuelta de todo el grupo vuelven con más temas del disco Peter Pan, Running Away, Tal vez, París y nos regalan dos novedades, Hasta el Final con la compañía de un servidor, más por amistad que por aporte de “algo” y la que dicen que va a ser el inicio de una nueva etapa en el grupo: Teoría del futuro, un tema que podría haber firmado el mismo Mattew Bellamy para mis añorados Muse.
La máquina Ticket se había sobrepuesto a problemas de sonido, de cables, de adaptadores juguetones y con ello alcanzado un nivel más que de sobresaliente, pocas bandas suenan tan bien y tan conjuntadas en esta ciudad, lo dicho, una máquina de hacer música, buena música. Para terminar la velada los bises de rigor, Me ignoras y Mentira.
