Le había perdido la vista. A Bonamassa digo. Hacía mucho que no le tenía en mis pensamientos, sabía que el año pasado se acercó a la Península Ibérica pero poco más. Y tuvo que ser un cartel visto desde el autobús el que me diera la inmensa alegría: Joe Bonamassa, el relevo de Johnson, Ray Vaughan o Clapton, en mi ciudad. Y para colmo en la Oasis, reabierta hace apenas unas semanas, el motivo de mi felicidad era pues doble. […]
Te podría interesar
CRÓNICAS: Xoel López. Sala Mozart, Auditorio de Zaragoza 5/3/21. Por Alejandro Elías
Como dijo el protagonista sobre el escenario, cada concierto que se consigue hacer hoy en …