Me eduqué musicalmente en el conservatorio estudiando piano desde los 6 años. A los 13 me llegó la inspiración divina que me relacionaba con la percusión y, desde entonces, estuve recibiendo clases durante 4 años; a partir de ahí, he compaginado mi labor como compositor (con el piano) y como intérprete (con la batería) en Angélida –desde 2006- y Segunda Piel –desde 2008- actualmente ya no allí.
– Primer acercamiento que tuviste con la música
Creo que desde que vivía en el claustro materno ya me ponían música.
– Un libro, una peli y un disco
Un libro: La antología poética de Miguel Hernández.
Película…La saga de Saw (a ver si nos dejan ver la VI).
Disco… Qué complicado, diré tres: The black halo (Kamelot), el Images and Words (Dream Theater) y Los poetas han muerto (Avalanch.
– Tu peor vicio
Se podría decir que soy demasiado impaciente.
– Situación más comprometida en la que te has visto en tu vida
Salvando las distancias, creo que el día que me perdí en el laberinto del parque de atracciones, en esa tierna época infantil, fue una de las situaciones más comprometidas que recuerdo.
– Un recinto de conciertos
Por mi experiencia como músico: La casa del loco. Como fan: el recinto Interpeñas (cuando estaba en la ubicación anterior), porque fueron algunos de esos conciertos los que, en parte, me animaron a querer tocar.
– Un maestro
Mike Portnoy (con la supervisión de Roy Khan)
– Un tema musical para hacer el amor… y otro para follar
Anthem, de Kamelot.
I wanna be somebody, de WASP.
– Tu mayor gamberrada
El día que tiré un huevo desde mi balcón para comprobar las leyes físicas y cayó sobre el traje de un vecino que venía de un entierro. Las desgracias nunca vienen solas…
– ¿De quién es el último e-mail que has leído?
De María Muñoz: un excitante correo sobre una práctica de Derecho Penal.
– ¿Qué plan tienes para esta noche?
Ésta es fácil: ir a ver, en Devizio, a Saratoga, en la presentación de su nuevo disco.
– Tu recuerdo musical más destacado
Hay muchos, pero destacaría el momento en que por fin tuve en la mano el primer disco de Angélida o esos minutos previos a tocar en cualquier sitio.
– Una reivindicación cultural
La posibilidad de acceder a las salas de conciertos para todos los menores de edad (por ellos, por los músicos, por las salas y por la cultura). Si es para evitar que se favorezca el consumo de alcohol, que vendan vidas más felices.
– ¿Cuáles son tus planes musicales a corto y medio plazo?
Ahora estoy centrando el grabación del segundo disco de Angélida, que espero esté terminado para finales de enero. Seguidamente, haré lo propio con el primer trabajo de Segunda Piel. Con ellos bajo el brazo, presentarlos en cualquier parte del universo y parte del extranjero.