Se ha puesto de moda desde hace varios años que grupos música más o menos consolidados echen la vista atrás para interpretar en directo alguno de sus trabajos más celebrados. Aunque, en ciertos casos, pueda resultar una jugada con un fuerte acento mercantilista con la nostalgia como reclamo, también es verdad que es una gran ocasión de poder vivir una época y unos éxitos que, por la razón que sea (basicamente por la edad), no se pudieron disfrutar.
Sí, habrá muchos grupos con más oportunismo que por ganas de actuar, pero The Wedding Present están fuera de toda sospecha maliciosa, lo suyo es la carretera y los escenarios de manera constante. David Gedge y los suyos regresaron a Zaragoza en esta ocasión para interpretar uno de sus discos más emblemáticos, Bizarro (1989). La jugada ya la hicieron hace un par de años con George Best (1987) y como salió bien, han decidido repetir. ¿El resultado? Concierto bueno, muy bueno. ¿La pega? Sigo sin ver claro el invento. No hay duda de que es un gran trabajo, pero es inevitable pensar que está dejando de tocar grandes canciones de su repertorio (sin pensar mucho: Come play with me, My favourite dress, Falling…)
The Wedding Present siempre son eficientes en directo y esta ocasión no fue una excepción, si bien es cierto que a Gedge se le notó distante, probablemente, por el escaso público que acudió a la Sala López; los domingos no es el mejor día para hacer un concierto. El repertorio, como no podía ser de otro manera, se centró en Bizarro y algún tema suelto (Interstate 5) de otros discos e incluso presentaron nuevas composiciones. Kennedy, No, Bracknes, Be honest… las canciones que hicieron grande a este álbum (para muchos, superior a George Best) fueron interpretadas con fuerza, ganas, ruido, velocidad, aspereza y, sobre todo, la profesionalidad que caracteriza a estos ingleses. Y es que el pop surgido de Inglaterra a finales de los 80 (C86, resaca post-The Smiths….) sigue conservándose perfectamente y más el de este grupo.
Para rematar la jugada, rescataron Take me, una galopada rítmica instrumental a toda pastilla que hizo las delicias de todos los fans de ese sonido que marcó una época (que pregunten a Los Planetas). No hubo bises. Gedge no debió acabar muy contento con el pinchazo de público. Esperemos que se le pase el posible enfadó, no me los quiero perder en su próxima gira.
Texto y fotos: Jaime Oriz