Poco a poco Almas Mudas han conseguido el favor y el beneplácito de la gente. Y bien merecido. Son un grupo popular, el adjetivo más buscado y ansiado por todas aquellas bandas que quieren hacer de la música una profesión. Almas Mudas son, junto a sólo dos o tres nombres más, uno de los grupos más profesionales de Aragón. Hacen de la música un oficio y del rock un estilo de vida. Y la certificación de mis palabras se pudo comprobar el pasado sábado en la sala Multiusos de Zaragoza, abriendo para Pereza.
La actitud sigue siendo –y lo seguirá siendo siempre- el ingrediente principal de una banda de rock, y a Almas Mudas le sobra. Con eso a su favor, siempre es mucho más sencillo subirse a cualquier escenario, aunque sea teloneando a una de sus principales referencias sonoras: Pereza. Y es que el sonido y el discurso de ambos grupos tienen mucho en común, hecho que quizá quedó demasiado en evidencia el pasado sábado. Almas Mudas beben directamente de las mismas fuentes que el grupo anfitrión: el rock madrileño de toda la vida, ese que Burning o Tequila inventaron a finales de los 70 en los barrios de la capital y que Los Rodríguez reinventaron en los 90. El rock de botas de cuero, fular y cazadora vaquera que Pereza resucitaron en 2000 para elevarlo definitivamente al gusto popular de todo un país.
Con un sonido no demasiado favorable al principio y rotura de cuerda incluida, Almas Mudas sacaron el concierto adelante con un tesón y una profesionalidad –me reitero- a prueba de bombas. Tocaron las mejores canciones de su repertorio Big Bang, Lula Land o Estilo Bowie y también dos versiones Salta de Tequila y Escuela de Calor de Radio Futura, ganchos inmejorables para captar la atención de un público todavía algo despistado.
Fotos: Gustaff Choos

Comenzaron el repertorio con Leones, pero advertimos los presentes que era Rubén el encargado de tocar el bajo en ese tema, al término de la canción supimos el porqué de esta circunstancia, era sencilla, Manolo Megías bajista oficial, se había roto el brazo una hora antes, y antes de suspender el concierto decidieron intercambiarse el bajo entre Leiva y Rubén y llevarlo a cabo en su totalidad.
Al tener pase de prensa nos entregaron el repertorio en la puerta (todo un detalle) y excepto dos temas (Tristeza y Champagne), los Pereza desgranaron todo el repertorio en una multiusos con 1/3 de entrada. Señores promotores, pagar 23 euros por Pereza en la Multiusos y con un público predominantemente menor de 25 años es pasarse, siendo además que en otros lugares durante la gira de verano la entrada no llegaba a los 15 euros (excepto en Zuera, donde también costaba 23 euros, qué casualidad).
Volviendo a la crónica, Pereza hizo el mismo repertorio que en Zuera, pero lo que es peor, el mismo repertorio que en Zaragoza, en la Sala Mozart en 2009, y aunque el concierto de la Mozart fue un concierto bastante cañero para disfrutar del concierto sentado y que me dejó impresionado, en la Multiusos es un concierto para sentarte de vez en cuando, porque permanecer de pie durante dos horas y media aproximadamente, con canciones como 4:26, Violento Amor, Llévame al baile o una lentísima Pienso en aquella tarde se hace muy muy pesado.
Creo que el repertorio en la gira Aviones lo deberían haber cambiado, no hubiese importado que hubiese sido más corto, pero sí con temas más roqueros, más animados, que mantengan la atención del respetable; cierto es que con cinco discos en el mercado, puedes permitirte que haya algún bajón en el concierto, pero en mi opinión el concierto y set list elegido para esta segunda parte de la gira contiene muchos altibajos, que permiten eso sí, ir al excusado o a pedir un refresco.
Críticas aparte, es admirable que Pereza hiciese el concierto sin bajista, en algunos tramos se notó, pero lo supieron suplir con solos de saxo, menos punteos de guitarra y un colchón sonoro por parte de Cesar Pop (teclista asturiano de la banda).
Rubén, Leiva y sus chicos no se olvidaron de interpretar temas como su “popera” Beatles, la intensa Aproximación, la irónica Manager, la sobresaliente Windsor, las notables Todo o Como lo tienes tú o la sexual Animales aprovechando Grupis y guiños a TNT de AC/DC para presentar a la banda que les acompañaba.
Con Grupis, y con casi 26 temas descargados, se tomaron un breve descanso para terminar el concierto con Señor Kioskero y Superjunkies.
En definitiva, es de admirar que salvasen el concierto y la apuesta por hacer un concierto de más de dos horas, pero creo que deberían haber organizado esta segunda parte de la gira de otra forma para que no haya tantos altibajos; la gente que vamos a ver a Pereza vamos buscando rock urbano entre tanta música enlatada, los temas de Pereza cuando se escuchan en la radio suponen un oasis ante tanta mediocridad musical que nos sacude, porque los temas que hacen son redondos, pero por favor, que no nos los exprima la industria musical, que son una de las pocas esperanzas que nos quedan en el rock patrio, y eso quiere decir que aunque les haya dado un poco de cera en esta crónica, los admiro, y mucho.
Fotos: Gustaff Choos
