La Sala López había preparado para la programación de este mes unos flyers la mar de chulos que intuyo que la noche del sábado agotaron existencias, porque eran una auténtica joya “poppy”, y ayer había una alta concentración de “poppys” por metro cuadrado para ver a los tres tenores del género chico.
¡Poperos, unidos jamás serán vencidos! podría haber sido el lema de la velada, si no fuera porque a Francisco Nixon, a Ricardo Vicente y a The New Raemon presiento que las etiquetas se las traen sin cuidado. Juntos, por separado, mezclados, agitados pero no revueltos, estos tipos lo que en realidad tienen es una actitud “punk”, hacen la música y escriben las canciones que les da la gana…y encima, también hay que decirlo, ¡lo bordan!
Raemon desde la batería y Nixon y Vicente a las guitarras comenzaron un concierto que pronto se reveló con más rotaciones que en un partido de voleyball, en el que se fueron disparando sin prisa pero sin pausa todos los temas que componen el nuevo trabajo que lleva la firma del trío (musical, hay que aclarar, para que el título no nos induzca a error), llamado El Problema de los tres cuerpos. Y no hay concierto de estas características que se precie si no está presente un Nord Electro 3 rojo, que, además de quedar la mar de mono, el señor Vicente sabe exprimir al máximo, a la vez que se le nota que se lo pasa en grande y consigue que el público disfrute(mos) como niños pequeños con una piruleta.
Brillan entre la lista de temas el hit llamado “Sé que es tu Trabajo”, la letra de “El Novio de tu Hermana” y “Bares de Taxistas”, con un comienzo instrumental breve, pero contundente en el que los tres golpean las notas de sus instrumentos al unísono, recordándome sutilmente a la potencia de Sigur Rós (lo confieso, llevo dos semanas obsesionado con ellos, y con la tarjeta de crédito tiritando de encargar discos de esos malditos/benditos islandeses). Las canciones más siniestrillas, como “Un Apocalisis” se las han dejado a Raemon, nadie como él sabe decir palabras como “hecatombe” o “catástrofe” de modo que suenen tan bien que quieras que el mundo entero reviente.
Y tras la puesta de largo de El Problema de los tres cuerpos, en una suerte de casting al estilo de Tú si que vales (pero sin El Sevilla entre bambalinas, espero), fueron saliendo de uno en uno al escenario para hacer temas de sus trabajos anteriores. Un desliz divertido en la letra de “Inditex” de Nixon, y “Erasmus borrachas”, dieron paso a Ricardo Vicente con reactor Nº4, y ese himno de los pelícanos que coreamos al unísono. Raemon se nos dejó en el tintero su “Tú Garfunkel”, pero en cambio nos regaló su versión de sus amigos Nueva Vulcano, “Te debo un baile”, que es… sencillamente genial. Y con la gente pidiendo más… no les quedó más remedio que reaparecer para hacer su peculiar y divertida revisión de “La vida sigue igual”. Efectivamente, la vida sigue igual, el mundo continúa hecho una mierda enorme de proporciones mastodónticas, pero cuando te vas a casa tarareando las canciones de estos señores… todavía crees que queda un poquito de esperanza.
Texto y fotos: Pedro Popker (popkerzgz.blogspot.com)