Crítica de ‘Jevolución’ de Lagarto Jarto. Por Juako Malavirgen y los propios Lagarto Jarto.
Tras unos años de parón y proyectos paralelos, los lagartos han vuelto a la actividad con cambios en su formación y un nuevo E.P. bajo el brazo. Nos acodamos en una barra a escucharlo con Canario (guitarra) y Nano (voz), y vamos comentando una a una las seis canciones que componen este “Jevolución”.
El disco se abre con El castañazo (“Nadie te soporta ni aunque lleve torta, contigo hasta una misa se nos hace corta”) y de primeras no se nota mucha diferencia: riff marca de la casa, letras de cachondeo… ¿dónde está la evolución? «Nosotros antes alternábamos humor con alguna canción más seria, pero ahora que los miembros que más tiraban hacia ese lado ya no están, nos hemos volcado en nuestra vena cachonda. Y no sólo en las letras, la música también intenta transmitir humor, con riffs o punteos que suenen divertidos, jugando con acordes disminuidos, que chirrían un poco, o buscando compases distintos, como el 5/4 o el 7/8 del estribillo de este Castañazo. Ah, y hemos reducido solos… que ya tenemos una edad. Los que metemos se intenta que encajen en la canción y suenen curiosos, diferentes».
Le sigue Alejandro (“Me van a dar a mí un sillón en la Academia, al lao de Ramoncín y de Enriquito Iglesias”), una ensalada de hostias que se come el amigo Alejandro Sanz. «La letra es tan obvia que no hubiera hecho falta incluir su nombre. Las letras de algunos grupos actuales no dicen nada. Nano es capaz de tardar un año en terminar una letra si hace falta. En cuanto a la música, suele ser Canario quien aparece con alguna idea en el local, pero esta canción fue cosa de Alberto, el nuevo bajista, que viene de otros grupos como Gena, Zona Zero… La idea es totalmente suya. Llegamos un día a ensayar, la estaba tocando y nos la quedamos. En el grupo el bajo ha pasado de tener una función rítmica a tener mucho más peso. Y al pasar de dos guitarristas a uno, hemos aprovechado para que el disco suene más directo, así el directo sonará como el disco, porque apenas hemos doblado guitarras».
El tercer tema, Plan satánico (“En el nombre de Satán hemos concebido un plan que hará que se caiga el Papa del asiento”) nos recuerda más a los anteriores Lagarto Jarto, que para la ocasión han vuelto a contar con la producción de Xabi Estivill en los estudios El Túnel. Aquí rescatan el tema más común en la trayectoria de Lagarto Jarto: la Iglesia. Nos lo explica Nano: «Yo es que sólo me sé cuatro palabras, e intento no salirme de ahí, de los recursos que tengo, que no tengo estudios. Y con la música es lo mismo, nosotros a hacer lo que sabemos y punto. Y con mucha mala hostia. Cuando cantaba en Levelover me salía escribir sobre Satán y la muerte, pero como estas canciones suenan divertidas, me inspiran eso mismo desde una postura más cachonda. En esta canción digo ‘llueve mierda, qué marrón, se jodió la procesión’… eso no me sale cantarlo con una voz seria».
Por el contrario, en Hijoputa (“Soy un hijoputa y aliño con cicuta los bocadillos que les doy a los niños”), sí que se salen de su registro habitual, como pasa también en Diarrea Real (“Corretea indómito un virus mágico por la sangre azul del clan borbónico”). En ambos se nota una influencia bastante clara.
«A nosotros dos nos dio muy fuerte cuando descubrimos a Mama Ladilla y queríamos llevar el grupo hacia allí y, ahora que nos hemos quedado solos, lo tenemos claro, nos sentimos más cómodos haciendo el capullo. Diarrea Real juega con la aliteración (un recurso muy usado por Mama Ladilla), porque buscábamos hacer una canción sobre ese tema, y nos dimos cuenta de que podíamos enredar con las erres. A veces pensamos un tema y nos ponemos a escribir cosas hasta que salen las ideas, siempre con unas litronas a mano…»
Escuchando la canción que cierra el disco Freak Paranoid (“011011100001010001”), una sátira sobre la tecnología, quedan pocas dudas sobre la fuente de inspiración utilizada. «Nosotros vamos al local cargados de litronas, así salen las mejores ideas (aunque a veces solo te hagan gracia a ti.) Y para preparar conciertos, hacemos lo mismo. Vamos a seguir con nuestro grupo de versiones, Lucifer Sánchez y las versionettes, pero el cuerpo nos pedía volver a Lagarto Jarto, a los monólogos improvisados de Nano, el cachondeo y las cervezas. Aunque luego nos vengan a ver treinta, pero esos treinta se lo pasan genial. Así que lo vamos a mover por ahí, asumiendo que nuestra progresión es más limitada que la de otros grupos. Suena a tópico, pero esto lo sacamos como capricho para nosotros. Total, ya hemos montado cuatro conciertos en Zaragoza y se nos han terminado los locales donde tocar…»
Por Juako Malavirgen
Recordamos la entrevista realizada a LAGARTO JARTO para Aragón Suena desde Aragón Musical Tv. Mayo 2012.