El gusto por el gusto, el sabor añejo de los vinilos y la calidez de las sesiones de películas de serie B. Todo esto y mucho más es lo que encontrarán en las dos caras que componen el EP sacado a pachas por KYOTO y The Fractal Sound. Ya en la portada y en la contra nos encontramos con parte de la idea original de ambos grupos que, desde el hermanamiento. quieren llegar a los oídos de los más sabios ejecutores.
Foster the Devil inicia la cara de The Fractal Sound con un sonido atmosférico en el que el bajo marca la locura del poema del maldito Dylan Thomas. Una canción casi esquizofrénica en la que el teclado y la guitarra eléctrica son las que nos introducen en un mundo de sombras y de bosques con vida propia. Helium (iteration two) arrastra el tempo hasta hacer de la composición una muestra de jazz analgésico para las almas y los inframundos sin explorar. Basta con asistir a un concierto de la banda para ver que los temas (grabados en The Room y Luna Nueva el pasado año) han sabido recoger la esencia del directo con todos los puntos positivos que tiene la escucha en un buen equipo.
La cara B es la dedicada al pop más bizarro, siniestro y dulce a la vez. KYOTO nos introduce en su mundo mediante Criaturas de la Noche, como si estuviéramos en un Cine de Verano intentando meter mano a nuestra pareja, parejo o animal doméstico. De la melodía esperanzadora pasan a lo siniestro con John Carpenter, ovnis maños sobrevuelan el sonido del viejo tocadiscos (y qué gustico da el sonido de ruido de fondo). Cuidadosa presentación de dos grupos valientes que se han atrevido a dar vida al difícil mercado amateur de la ciudad, de la región, de este mundo y del otro. Tres ediciones, tres colores para unos 7” que suenan de “miedo”.
Stabilito, D.
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