Se ha hecho esperar unos cuantos años pero, por fin, tras múltiples experiencias como guitarrista de relumbre (Huracán Ambulante, Muy poca gente…casi nada) y como productor estrella (Louisiana, Crisálida, Copiloto), Rafa Domínguez ha dado el paso definitivo. Firme y por la senda correcta con un sonido al alcance de muy pocos (de La Cafetera Atómica han salido ya notables obras) el disco despliega todo el saber y el buen hacer de uno de los personajes más interesantes de la escena.
Envasado en hechos reales es un despliegue de buen gusto artístico con textos más que cuidados (supongo que el juntarte con Ortiz y con Algora te hace ser mucho mejor persona y escritor). Canciones contundentes como El libro de los sueños, progresivas como Gaviotas en el café, “algorescas” como Buceador o Buceadora, y circenses como, valga la redundancia, la archiconocida Circo Circular (¿recuerdan aquel Bizarros vs. Flamingos?) hacen que el disco se coloque rápidamente en la cabecera de los soñadores.
Y las colaboraciones, capítulo aparte. Amén de la de Bunbury en la sobresaliente Impermeable azul, desfilan a lo largo del disco nombres como Ramón Gacías, Picore (Pablo y Libi) o Ana Belén Estaje, casi nada. Rafa Domínguez, Guisante, saca sobresaliente con su ópera prima, se ha despegado de la mano de papá y de mamá y está dispuesto a cruzar él solito el paso de cebra, sin miedo a lo que pueda pasar. Porque la vida es un circo y los payasos ya no nos asustan, nos ayudan a comprender el olor a serrín.
Noticia relacionada de la publicación del disco
Stabilito, D.
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