Salgo de mi curro televisivo, que me da de comer a mí a y a mi familia con el ánimo renovado tras un gran martes de conciertos como el de los Faith Keepers y cual es mi sorpresa al hacer intención de cruzar el Puente de Santiago al ver que todo el parque de Ribera junto a Helios, donde han puesto la elegante Noria, el puente, el Torreón de la Zuda y la propia Plaza del Pilar están bien llenos de gente joven, de chobenalla que se dice en aragonés. La solución a este enigma que llena las calles zaragozanas llega bien pronto a mi cada día menos plástico cerebro. Todos los estudiantes ya están de vacaciones pilaristas, y aunque para mi criterio el asueto escolar debería ser de semana completa, el tener fiesta a partir del jueves les ha echado a todos a la calle.
Mi propia hija quinceañera anda por el Salón de la Ciudad bailando al son de los Dj’s de Europa Fm, así que el plan está diáfano, litrico de cerveza en vaso de plástico adquirido en la DeLuxe y rulico por la Plaza a ver un inte a Isabela para decirle que no ando muy lejos, que me acerco al Explosivo a ver a Bigott y que cuando acabe pasaré a recogerla para ir subiendo pa casica.
Más de una vez he confesado públicamente que me encanta Bigott, que soy un fan de este genio bizarro de la música no sólo aragonesa sino mundial, porque su originalidad y calidad brincan mugas y trascienden en una interconexión muy especial con quien escucha sus temas y sobre todo cuando goza de sus directos. Su concierto en Pilares fue magnífico e imprescindible, cal felicitarlo tanto a él como a sus acompañantes y por supuesto a la buena gente de Grabaciones en el Mar con mi admirado Pedro Vizcaíno a la cabeza.
Se le suele considerar alternativo, yo le creo surrealista, por su capacidad de épater aux bourgeois, su energía impregna la sala donde toca y el éxito forma parte de torurnèes internacionales que a lo largo de su carrera le ha llevado a triunfar tanto en Burdeos, París, Madrid, Barcelona, o Bilbao como este verano en plazas más modestas, desde Salamanca, a Vigo, pasando por Valladolid u Oviedo. Eso cuando no se marcha hasta la Amazonia para capturar sonidos naturales que incorporar a sus nuevos temas.
Aunque Bigott afirma que compone para él y para sus amigos, cada nuevo disco que publica, bien en casa Vizcaino, bien en su propio sello, supera al anterior. No es extraño que tras “That sentimental sándwich” y “What a lovely day today”, “Fin” galardonado con el premio a mejor disco nacional del 2009, “This is the beginning of a beautiful friendship” supuso un paso más en su carrera, que siguió progresando con “The Orinal Sountrack” y su recién parido “Blue jeans” argumento fundamental de este concierto.
Por favor Querido Bigott, no puedo sino proclamar fuertemente que tu arte en variopintas vertientes, música, pintura, decoración y performance está dotado de verdadera genialidad. Y si se trata de gusto, yo me apunto.
Sigue la noche del miércoles pilarista, vuelta a la Plaza a recoger a Isabela y de subida hacia el barrio, parada técnica en la Carpa del Ternasco donde aún pillamos al calor de otra cervezica, zaragozana, por supuesto y un bocata de la mejor carne del país a modo de avituallamiento, el tramo final y más potente de otro estupendo grupo, los China Chana del que han disfrutado en su integridad mi hermano Javi y su inseparable Ana, quien por cierto saca unas estupendas fotos como quedará demostrado en sucesivas crónicas.
Aunque por incompatibilidad horaria (la ubicuidad es una virtud divina, que este humilde cronista todavía no ha alcanzado, je, je) y apenas llego a los últimos temas del concierto, me cuentan, y yo me lo creo, dada su enorme cultura musical, currada a base de poner oreja durante ya varias décadas, que una vez más los China Chana han vuelto a poner la Carpa y sobre todo al personal allí reunido, patas arriba a base de buena música y marcha a tope.
Desde luego son una banda Ideal para la fiesta y para menear el esqueleto al son de una tremenda miscelánea que afecta a diferentes estilos musicales tomando como base la rumba, es tremendamente aderezado con reggae, rock, el ska e incluso la jota.
Procedentes de Villamayor Pueblo, antiguo barrio de Zaragoza, empezó en 2004 siendo un grupo de percusión a los que china chana, que es “poco a poco” en aragonés, se les fueron sumando otros instrumentos: guitarras españolas y eléctricas, trompeta, bajo eléctrico y baile hasta dar forma a su formación y sonido actual, el sonido “chinachanero”.
Su directo está basado en temas originales, plasmados en su primer disco “Al lío”, grabación que es el premio por haber ganado el concurso “Popyrock” en 2008 organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza y alguna versión, destacando la canción “Canto a la Libertad” de José Antonio Labordeta, en la cual colaboró el cantautor cuando se grabó, siempre brutal, armoniosa, imprescindible y sobre todo enormemente emotiva.
En el transcurso de una carrera que pronto cumplirá una década, en el año 2009 participaron en el primer intercambio cultural entre Aquitania y Aragón, promovido por esta ejemplar e imprescindible página web Aragón Musical. Memorable también fue su presencia en el Festival Luna Lunera de Sos del Rey Católico en el que compartieron cartel con el protagonista del concierto inaugural de estas Fiestas y del que ya dimos buena nota en otra de estas humildes crónicas, el catalán medio maño Macaco.
Ana con la voz y percusión, Nuria con el cajón y el bongó, Lara también con el cajón y el bongó, Javi con la Guitarra española, Paul con la Guitarra española y la eléctrica, Elena con el bongó, las palmas y los coros, Noelia al baile, coros y palmas, Pilar en coros, palmas, percusión y jaleo en general, Guille con su inconmensurablebajo eléctrico, Juan Luis con su trompeta y percusión y otro histórico el Fletes con las congas, el darbouka y el bongó nos dieron muy buen rollo para rematar la noche, que mañana viene nada más y nada menos que un tal José Mª Sanz más conocido como Loquillo. RNR!
Texto: Ánchel Cortés. Productor y Académico de Televisión y de la Música Aragonesa.