Son tiempos raros estos que corren para poder adentrarse en lo más profundo de las almas. En las trincheras el dolor es distinto y nos centramos más en intentar infligir el daño que en recibirlo, reposarlo y aprender de él. Sin embargo Calavera, grupo adicto a la melancolía, hace la jugada perfecta y lo consigue en su nuevo EP de título Quebranta. El camino que proponen los zaragozanos está lleno de puertos de alta montaña, de descensos inseguros y de las películas que visionan en el tren, no en la pantalla sino en la ventana.
Un diseño ingenioso, obra y gracia de Álvaro Ortiz y Erica Fustero, nos introduce en el mapa de los sueños de Álex Ortega, Ignacio Pérez, Isaac Moreira e Iván Fanlo, cuatro conocidos de la escena (Limnopolar, Kyoto). Más cercanos al folk reverberado, ese que cantan Kurt Vilecom, Bon Iver o su idolatrado Eric Pollard (con el que grabaron su primer EP) y con unas melodías vocales trabajadas y acordes con la narrativa y el concepto del disco. Salvaje y Escalador marcan la salida de este Quebranta anunciándonos que la carrera es de montaña y que Fernando Escartín sigue estando presente en nuestro imaginario. Y es que el ciclismo, tan maltratado en la actualidad sirve para empatizar con cualquier relación humana que se precie, esfuerzo, sudor, sangre, victoria, derrota…
Meridiano cruza las fronteras americanas frunciendo ceños y sumergiéndonos en el vagón de los perdedores, la voz de Ortega es sincera, las guitarras del grupo exquisitas. Antipánico cruza los límites y hace que Quebranta se convierta en un alta velocidad en el que perdemos la disposición natural del paisaje y nos centremos en las relaciones dañinas pero necesarias, en el tropiezo en la misma piedra y el disfrute de la caída convirtiéndose en el tema más potente del disco. Y aún no nos hemos repuesto del arreón final nos encontramos con Fotomatón y la llegada a la estación, en la que seguimos igual que cuando empezamos pero quizás un poco más muertos. Calavera lo consiguen, hacen de un EP una magna obra y acercan un poquito más el universo musical a la ciudad que ya puede ser considerada epicentro musical.
Stabilito, D.
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