Qué fácil es hacer pop. Cuatro acordes, una frase pegadiza por aquí y unos coros por allá. Pantalones de pitillo, pose juguetona y a triunfar. Pues no señores, se equivocan. Porque hay un arte más allá de la llanura, hay un “noséquéquequéséyo” que hace que haya grupos y grupos, y, obviamente, canciones y canciones. Niños Mutantes son un grupo de currantes ante todo, llevan décadas demostrando que saben lo que es el pop, el regalar la canción al público, el contactar con ellos y llegar a un lugar común.
Y es que lo que a simple vista puede parecer simple es todo un ejercicio de creación, un acto artístico de justicia poética que merece su recompensa. El Futuro es un señor disco, una de las mejores creaciones de este intenso año que ya se extingue y el directo no podía ser menos. Y eso que, a juicio del que escribe estas líneas, el excelente sonido de la Sala López careció de la contundencia de otras noches. Canciones como Días complicados, Hermana mía, Todo va a cambiar o Te favorece tanto estar callada merecen un punto más de ruido para ensordecer a nuestros esqueletos.
El concierto transcurrió como era de esperar, mucha niña mona pero ninguna sola y un puñado de canciones estelares para guardar en el recuerdo. Los granadinos juegan en casa en cualquier escenario y vencen sin tener que adoptar ningún discurso. Suenan canciones de los últimos discos y esa joya absoluta y mediterránea que es Barronal. Todos están contentos. Se acuerdan del pasado (Quiéreme como soy), del antepasado (No puedo más contigo) y, lógicamente, del presente (El Circo). Y triunfan en todas sus vertientes.
Para finalizar el esperado concierto se deciden tres himnos del pop en castellano, Errante (canción mutante), La voz y la coreada Como yo te amo. Aplausos acompasados pero lejos de la histeria colectiva y la sensación de haber estado ante un buen show pero no ante el espectáculo definitivo (en su gira anterior dejaron el pabellón demasiado alto). El pop es tan necesario como el aire, y recuerden She loves you yeah puede decir nada y puede decir todo, en tu cabeza está la decisión.
Texto y fotos: Stabilito, D.
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