Aragón vuelve a dejar patidifuso al público de Burdeos. Van ya 6 los años de intercambio entre nuestros grupos canteranos y los de la región francesa de Aquitania. El colectivo Aragón Musical se lía de nuevo la manta a la cabeza con esta actividad de bastante menos bombo que los Premios de la Música Aragonesa, que organizan desde hace casi 18 años, pero que no supone, para nada, un evento menor en necesidad difusora. Este viaje de doble sentido ha sido una realidad gracias al Ayuntamiento de Zaragoza. Se trata de un evento nacido de la estela de aquel Festival llamado Aragón Musical Barrio 33 y que durante cinco ediciones -de 2009 a 2013- llevó hasta la ciudad donde falleció Goya a los grupos: China Chana, Esparatrapo, Los Brodies, Tuco Requena, Ricochefo, Loner, La Locura de Mabuse, El Tumbao y El Último Skalón. A cambio Zaragoza acogió a otras tantas bandas de allá. Esta vez participa una sola formación de cada país pero conservando el espíritu de siempre.
Para no perder, pues, las buenas costumbres, con un presupuesto reducido, el pasado sábado, el grupo zaragozano El Galgo, surgido de las cenizas de El Galgo Rebelde, dejó el pabellón musical aragonés en el alto nivel que le corresponde. Sus compañeros de cartel del otro lado de los Pirineos, Olivero & Sukh Mahal, tuvieron, seguro, mucho que ver en el buen resultado final. Esta formación francesa de corte electrónico-pakistaní debería darse, con la excusa, por descubierta en Aragón y, por qué no, acudir a alguna otra cita aragonesa como Pirineos Sur. No será por falta de miga, desde luego. Por el momento será la zaragozana King-Kong la que acoja la contienda de vuelta, con idénticas formaciones. Tendrá lugar este viernes, día 23.
En la primera de las dos citas, la sala L´Overground de Burdeos, congregó a un buen número de público en el que abundaron familias con hijos. Y, sí, ofrecían alcohol. Pero como también sucedería, si pudiese darse, en nuestra a veces rancia tierra, ningún niño presentó síntomas de intoxicación etílica alguna a pesar de no parar de bailar y reír cada uno de los sonidos que, sin saberlo, estimularon durante más de dos horas sus inquietas neuronas. Abrieron la jornada El Galgo. Presentaron su ‘Caminar’, un epé que ha despertado no poca expectación al suponer una nueva etapa del último proyecto ‘rebelde’ del mítico Jesús López. Completan la formación: Irene Guillén, Nano Albero y Pedro Rubio. Los maños repasaron su referencia así como temas inéditos, canciones de otras etapas de Jesús y algunos acordes de El Galgo Rebelde. Su rock fronterizo tocado con la varita personal del cerebro de López convenció desde el primer momento a un público que acudió interesado por el anzuelo del sonido hispano. Franceses todos ellos pero hispanohablantes muchos. Los segundos en entrar en escena, Olivero & Sukh Mahal, estilísticamente muy dispares, supieron seguir el ritmo de sus compañeros de cartel. No lo tenían fácil pero su formación de tres con instrumentos de tradición árabe junto a los habituales del rock y bases electrónicas gustaron y provocaron bailes espontáneos que podrán repetirse en la cita que queda por disfrutar a orillas del Ebro. Es lo que tienen los intercambios culturales. Esperamos seguir con la magia de sinergias a este y al otro lado de unas grandes montañas que no suponen necesariamente fronteras infranqueables. Más si hablamos de música.
Más info: Aragón Musical Barrio 33
Santi Gutiérrez
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