La savia nueva por fin aparece por las grietas de las viejas secuoyas. Aragón, tierra dura, llena de cicatrices, de viejas heridas y de pronósticos peores fluye y se influye de sí misma y de cualquier corriente que se precie. The Hard Mama vienen para aportar elegancia con un portazo de honestidad, imaginen a Labordeta con el dedo corazón en alto y la Queen Elizabeth mojando la ropa interior, algo así de pretencioso y de bien elaborado.
I don’t know presenta el sonido de una banda de presente (fíjense que me he acordado de Sultans y eso es algo que es bueno sí o sí). El giro punkarra del final matizado por los ouos de Emilio Casanova hace que uno recupere la cordura repentinamente y quiera volver a los bares y a las noches de ceniza y de ron. Wonderful feeling introduce el protagonismo del bajo, del ritmo de cuello partido y camisa abierta, suenan Neuman, L.A. y hasta los mismísimos Red Hot Chili Peppers evolucionados y sin caricaturizar, bien hecho. Y es entonces cuando uno se imagina a The Hard Mama cantando en castellano y mantiene una ligera erección mental (primer guante). Drown juega a los Strokes y a las melodías de reportaje de Cuatro (suerte que no he nombrado a Bertín Osborne, segundo guante), el sonido más New York matizado por un remember a los primeros Franz Ferdinand, palott como diría aquel. My keys pretende ser un guiño a lo setenta y un momento certero para ponerse tiernos y arrimarse a la nuca desconocida susurrando que queremos perder e hincar nuestras rodillas en el suelo más transitado.
Suena a hit cuando escuchamos Time is the New Roman, la cual aparte del título más ingenioso en años muestra que aún queda mucho que decir y que debemos escuchar menos música pero con más atención. Un estribillo de los que dices: “Joder, sí” y vuelves a recuperar la confianza en el ser humano. Finaliza este más que notable EP con la preciosista Soul on fire y ganando un ferviente seguidor y defensor a partir de ese momento. Porque Toro Sentado fue el primer rockero de la historia y porque Chuck Berry vale más que un millón de personas juntas gritando. Viva la música y que te jodan bien jodido Pareto.
Stabilito, D.
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