A finales del 2017 nos llegaba el segundo tiro de gracia del dúo maño Lady Banana. Tras el sorprendente Busking Problems, Nerea y Alba ponen todo su arsenal sobre la mesa para mantener el equilibrio imposible a golpe de baquetazos y de riffs. El hard-rock de los 70, el punk-rock de los 90 o el grunge son solamente etiquetas que se pierden en el muro sónico que proponen los cuatro brazos y las dos gargantas femeninas que bien podrían haber presidido el Riot Grrrl. Mezclando cerebro y corazón, razón y pasión entregan cuatro canciones que vienen a ser una segunda carta de presentación, quizás la definitiva para dar paso al largo de consolidación.
Blackout abre la veda con algo de Muse (cuando se centraban en lo meramente musical) y el alboroto del sudor y la sangre. Son enardece el ambiente con un paso firme en clave de indie-pop en castellano y la locura de lo british. Hands Up hierve y enfurece al personal que ya ha reventado la banqueta y mueve sus extremidades sin control alguno. El desenfreno, el espíritu adolescente, Bikini Kill gobernando el universo y Kurt Cobain riéndose de todos en su palacio de heroína. Molly Malone cierra el EP con la calma chicha, con la calidez de un susurro y de una cama con las sábanas nuevas, batidos de vainilla mezclados con hamburguesas y la chupa de cuero en el baile de final de curso, los Fresones Rebeldes y la caída del Imperio. Lady Banana desequilibran cualquier balanza por su propio peso. Ellas pueden, ellas deben.
Stabilito, D.
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