Tras casi 20 años de carrera musical, los murcianos Second están en su mejor momento. Nunca antes habían tocado para tanto público en Zaragoza: lleno total con semanas de antelación el aforo de Las Armas. Como no podía ser de otra manera, salieron pletóricos al escenario tras la actuación de Olivia, la banda telonera. Con una puesta en escena muy cuidada –pantallas de tv proyectando vídeos, leds de luces- y con la incorporación de dos nuevos miembros en sus filas, el show se preveía apoteósico. Y así fue, sin duda, desde que abrieron con la primera canción “En otra dimensión”, de su reciente disco “Anillos y raíces”, el cual están presentado con excelentes resultados por escenarios de toda España. Con seis músicos sobre el escenario, el técnico de sonido tardó algo más de lo habitual en encontrar el sonido perfecto y desde abajo no se apreciaron ciertos arreglos de guitarra hasta bien entrado el concierto. Sin embargo, con la incorporación del teclista, los riffs de sintetizador le dan al directo de Second una nueva altura y esos arreglos hacen que la banda gane indudablemente en directo. Con “Rodamos”, la segunda canción, la gente se vino arriba pues se trata quizá de su canción más festiva, haciendo las delicias de aquellos más ávidos de baile y fiesta. Continuaron mirando atrás en el tiempo con algunas de sus canciones más conocidas y celebradas como “2502”, “Primera vez” o “Nivel inexperto”, sin dejar de lado por supuesto aquellas que conforman el nuevo disco que vinieron a presentar, como “¿Quién pensaba en eso?”, “Alguien tiene que hacer algo”, “Entre versos de placer” o “Teatro infinito”, una de las más esperadas de la noche. Sudor, ritmo, baile y emoción serían las palabras apropiadas para definir lo que se vivía en esos momentos dentro de la sala, hasta que llegó el primer bis de la noche y los músicos salieron en formato acústico, arrodillados y juntos en un espacio mínimo de escenario. Las tornas cambiaron y el concierto se convirtió por un breve momento en un perfecto recital de emoción a flor de piel, con Sean cantando de manera impecable dos de sus más delicadas canciones, “Más suerte” y “Conocerte”. Y para terminar, y como no podía ser de otra forma, ese himno llamado “Rincón exquisito” con las casi 400 personas cantando al unísono como si de un karaoke se tratara. Pero aún les quedaba una última bala para terminar por todo lo alto, el nuevo y flamante single “Mira a la gente”, que puso patas arriba definitivamente el recinto. Es significativo que una banda con muchos años de trayectoria elija una de sus nuevas canciones para terminar el concierto, esto expresa que se trata de una enorme canción que ha calado sin duda en el imaginario colectivo de sus fans. Nos alegramos infinito del salto de popularidad de Second, merecido sin ninguna duda, y ya les esperamos de nuevo en nuestra ciudad.
Texto: Alejandro Elías / Foto: Rafa Ariño