La verdad como escudo, la indecencia y la burla como paraguas de un mundo en el que los payasos vuelan demasiado alto. Y los que nos reímos no aplaudimos sus gracias. La enésima reconstrucción tiene nombre de posición futbolística: MediaPunta es la reconversión de los antaño El Gol de Nayim y de Los Crápulas; una forma sutil y elegante de decirnos al resto de los mortales que se acaban de enfundar la camiseta del once y que se van a hartar de servir pases de gol y cervezas. Dicen que hay que regentar un bar antes de ponerse a luchar contra los vampiros, en el caso de los “Franchos” no solo es así si no que demuestran tener el toque necesario para evitar pisar sobre mojado. Las cuatro canciones que suman este Amor Olímpico son muestra de la verdad más rotunda, de la legaña y la jaqueca y del whatsapp del que nos arrepentiremos toda la vida, o no. Vestidos de traje de gala y con la compañía del sumo sacerdote Paco Loco, el quinteto maño opta por repartir el juego entre dos medios tiempos y dos cabezazos al más puro estilo Materazzi.
Tumbaos resuena en la pista de baile mientras el segurata escupe del bar al eterno drogata. Una guitarra neoyorkina busca los años cincuenta mientras el calmado verso de Algora lucha contra la ruptura convencional. Te echo de menos porque te follas a otros. Rock de escuela, fuera de cualquier término adaptado. Boca de Serpiente sigue con la pajarita y la bola de cristal, un Danny Zuko ibérico que se caga en todo mientras mastica el techo, una canción costumbrista de dimes y diretes y de canto las cuarenta porque el mundo me ha tratado así. Y sin tiempo para recuperarnos le damos la vuelta al siete pulgadas y nos chocamos contra el muro a doscientos por hora: Fantasmas.
Fantasmas es la canción que a todos los que alguna vez hemos tenido un grupo nos hubiera gustado componer y tocar en directo. Una somanta de hostias a diestro y siniestro con la colaboración del artista del momento, Diego Ibañez de Carolina Durante, que no hace sino plasmar la rabiosa actualidad de uno de los grupos más veraces de la ciudad. Traición cierra el EP con una guitarra frenética que llama a la puerta del pop zaragozano y nos hace “feliz felices” porque hay relevo, porque cualquier tiempo pasado se puede sepultar con electricidad y actitud y Mediapunta está en esa liga. ¡Vivan los Zaraguayos!
Stabilito, D.
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