Las salas de conciertos piden a las instituciones medidas para paliar unos daños que estaban estrangulando al sector antes ya de la fase 2 en Aragón.
Comarcas de La Litera, Cinca Medio, Bajo Cinca, Bajo Aragón-Caspe, Central y la ciudad de Huesca retroceden a la fase 2 debido a la proliferación de contagios por Covid-19. En lo que a programación de conciertos se refiere, de momento, esta medida ha supuesto la cancelación de agendas de varias salas. Lo hacen en cumplimiento de la ley, a pesar de que, afirman, no se han reconocido focos de nuevos brotes del virus en concierto alguno. De las pocas que estaban ofreciendo shows.
Los diferentes festivales siguen adelante con las estrictas medidas anunciadas por cada uno en su momento. También los distintos ciclos en lugares como el Palacio de Congresos de Huesca, el Auditorio del Parque los Fueros de Teruel y el Auditorio de Zaragoza. No obstante, para los locales privados, entrar en la fase 2, aunque lleve el apellido de ‘flexibilizada’, implica que no les merezca la pena ponerse a funcionar, tanto por el aforo reducido obligatorio como por no poder abrir en horario nocturno.
La Lata de Bombillas, en Zaragoza, ya ha anunciado un “¡Hasta pronto! Cerramos hasta nuevo aviso”. Aplazan el concierto de Tachenco del día 25, sábado. También el de Copiloto que iba a tener lugar el 16, jueves. Otra de las salas que ha mantenido conciertos a pesar de la dificultad para llevarlos adelante ha sido la Creedence, también en Zaragoza. Este local permanecerá abierto en horario de día pero se ve obligado a aplazar su programación más inmediata que contaba con Rocio Ro el jueves, día 16. Moliner 7 también suspende sus eventos aunque mantenga su local y su terraza abiertas.
En Zaragoza, El Corazón Verde no ha seguido con los dos últimos conciertos que quedaban de su ciclo Petí Comité. El hecho de que sus conciertos sean al aire libre no resulta suficiente. Tori Sparks estaba anunciada para el 24 de julio, viernes, y The Suitcase Brothers para el viernes anterior. Lo mismo ha sucedido en el complejo Aura, junto al río Ebro, también sin paredes. Por el momento hacen un paréntesis en sus vivos.
Hay que recordar que antes de entrar estas seis zonas de Aragón en fase 2 de contención del Covid-19, la gran mayoría de salas de esta comunidad o bien no programaban o ni siquiera habían podido, no sin falta de ganas, abrir sus puertas como bar o discoteca. El grado de exigencia con estos tipos de locales está siendo mucho mayor respecto a otros que también realizan eventos públicos. Este hecho está estrangulando al sector que, por su parte, pide a las instituciones medidas para paliar los daños.
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