La música de décadas pasadas sigue coronando los gustos del público que las vivió en su máximo esplendor. Esto no es novedad, pero sí es un dato a tener en cuenta, pues los músicos lo saben y no paran de crecer las bandas tributo a grupos y artistas de esas pasadas y gloriosas épocas. En especial los años 80, que siendo quizá la década de mayor apogeo de la industria del disco, y que ha quedado como el decenio más recordado, imitado y reivindicado de la historia reciente de la música. Este pasado fin de semana hasta tres tributos se dieron cita en Zaragoza a grupos de los 80, hecho que confirma la impresión antes mencionada. En el Teatro de las Esquinas se programó a los europeos Mind2Mode, una banda de cuatro músicos -guitarrista, tecladista, baterista y voz- que incluyen en un mismo espectáculo tres conciertos independientes de Simple Minds, Depeche Mode y U2. Un alarde de nostalgia en toda regla pensado y armado para eso: avivar las llamas nostálgicas de un público que vibró con esas tres bandas y hacerles pasar un buen rato. El problema es que, como se podía adivinar de antemano, al intentar abordar un concierto conjunto con tres sonidos tan distintos e independientes, poco se puede profundizar en la idiosincrasia propia de cada banda. Y en efecto así fue: con un sonido plano, pregrabado y sin rigor de ningún tipo, Simple Minds, Depeche Mode y U2 sonaron a lo mismo. Los grandes éxitos de Simple Minds fueron los encargados de abrir la velada, con un público que comenzaba a desperezarse y a coger calor para el plato fuerte de la noche: Depeche Mode – curiosamente el repertorio más esperado-. Con las canciones de los de Basildon, la gente bailó y cantó como si estuvieran delante de los propios Dave Gahan y Martin Gore. Poco riesgo en el repertorio: sus 8 o 9 éxitos más conocidos en el orden previsible. Como hasta el momento no había aparecido ningún bajista en la formación, para el set de U2 nos temimos lo peor y nuestros miedos se confirmaron: iban a tocar el repertorio de los irlandeses con todos los bajos pregrabados. Así las cosas, no quedó más remedio que disfrutar del karaoke: los 8 o 9 éxitos más conocidos de U2 en el orden previsible. Para finalizar, quizá lo mejor de la noche: un medley ochentero con “Tainted love” de Soft Cell, “Shout” de Tears for Fears, “Don’t go” de Yazoo y “Just can’t get enough” de Depeche Mode que dejaron con muy buen sabor de boca al numeroso público congregado. Una ocasión, divertida pero prescindible, de cantar y bailar los éxitos de tres bandas clave en el devenir del pop rock.
Texto: Alejandro Elías
