La agrupación barcelonesa, de donde nos suele llegar buena cantera de artistas de rock psicodélico, hizo su maño debut en la mítica sala de conciertos La Ley Seca, para presentarnos “Coitus Interruptus” [La Cúpula Music, 2019]
El tema sonido es algo a destacar, limpio y potente, como ya viene siendo habitual en este garito y como bien se precie un bolo de rock (¡gracias infinitas a esos técnicos!); en el cual el bajo hizo especial resonancia, recordando en alguna parte a Red Hot Chili Peppers. A medida que avanzaba la noche se hacía patente la influencia de grandes clásicos del rock progresivo como Pink Floyd, con su buen manejo de los cambios de ritmo y una cuidada atmósfera espacial, así como de Black Sabbath en las partes más rítmicas con tintes heavies. Con temas como ‘Judgement Day’ nos introdujeron en una película del oeste, sin perder su marcado estilo propio de rock progresivo del pantano; y ‘sin perder de oído’ hacer mención de ‘Going Down’, con el que se fue animando la velada. El cuarteto dio uno de los broches de oro con la versión de Pink Floyd ‘Breath’, introduciendo un tema propio con el que hizo un perfecto maridaje musical. Los silencios entre pieza y pieza se cubrieron con bromas varias y enérgicas frases ara implicar al público. Esperamos esa versión de Julio para la próxima visita…
Como colofón destacar la sorpresa bailonga de ‘Baby me vuelves loco’ de Guadalupe Plata, que hizo mover los pies hasta el más amante de apoyarse en la barra del bar.
Texto y fotos, Raquel Muñoz