Unidad de neonatos
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Historietas del Aragón Musical cap 6º: «Llegar al cielo»

«Comprobé con impotencia cómo mi hija no tenía fuerzas ni para llorar». Son palabras de este relato real sobre música, hospitales y ángeles.

El sexto capítulo de las ‘Historietas del Aragón Musical‘ pretende ser un granito de arena en homenaje a la Unidad de Neonatos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza en particular. Quiere resaltar, en general, lo alto que puede llegar alguien invisible con un día a día muy duro.

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Se trata de una historia real de horas y horas en un hospital. De incertidumbres. De sufrimientos. De experiencias que sabes que van a marcarte de por vida. Aunque también, por supuesto, de música. Y de ángeles.

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Llegar al cielo

No tenía nada que ver con la pandemia de covid-19, me aseguraron, pero mi pequeña había ido perdiendo su fuerza poco a poco y ahora mismo no era capaz ni de succionar. El personal de la planta de neonatos del hospital Miguel Servet de Zaragoza se vio obligado a colocarle una sonda nasogástrica para alimentarla. Comprobé con impotencia cómo mi hija no tenía fuerzas ni para llorar.

«Comprobé con impotencia cómo mi hija no tenía fuerzas ni para llorar».

Ese mismo personal había insistido una y otra vez con el biberón, pacientemente. Me había enseñado cómo manejarlo de forma que no requiriese de mucho esfuerzo por parte de la recién nacida. Horas de 600 minutos. Siempre con una sonrisa. Siempre animando a pesar de enfrentarse cada día a situaciones muy duras. Siempre ahí. 

Habían finalizado las actuaciones de la gran final de aquel concurso musical de televisión. Como parte del jurado, tocaba deliberar junto a mis compañeros. Al parecer era el único que tenía claro quién era la concursante más completa. Su perfil no era de intérprete, iba más allá; contaba con suficiente talento y sensibilidad como para asumir piezas de otras personas sin abandonar su identidad en la aventura, con solvencia y sin dejarse amedrentar por las cámaras, ni por nada.

«Habían finalizado las actuaciones de la gran final de aquel concurso de televisión. Como parte del jurado, tocaba deliberar junto a mis compañeros».

Aquella concursante televisiva no ganó, pero me dio igual: en aquellos años de comienzo de milenio tenía claro que esa joven música contaba con claras características para conseguir grandes logros, aunque nunca pude imaginar, ni en lo más remoto de mi cerebro, que llegaría tan alto.

Los 10 días del hospital fueron, con diferencia, los peores de mi vida, pero aquello quedó en un gran susto, sin mayor trascendencia, y mi pequeña se recuperó sin ningún tipo de secuelas. Años después es una niña fuerte e inquieta.

«Contaba con claras características para conseguir grandes logros, aunque nunca pude imaginar, ni en lo más remoto de mi cerebro, que llegaría tan alto».

Durante aquellos primeros horribles momentos de shock total en el hospital, Sara, la persona que había concursado en aquel programa, se acercó y me tuvo que recordar que habíamos coincidido casi dos décadas atrás en un plató. Ahora, ella formaba parte del personal de la unidad de neonatos del Miguel Servet. Lo supe por la acreditación colgada del bolsillo de su camisa. Y por sus alas.

Autor: Sergio Falces

Veracidad de la historieta: 99%.

Modificaciones: Lo que no concuerde con la realidad es, sencillamente, lo que no haya recordado con la suficiente claridad.

Fechas: El nacimiento de mi hija tuvo lugar en pandemia por covid-19 y el concurso de televisión al que hace referencia el relato se emitió en la primera mitad de la década del 2000 en Antena Aragón (aún no existía Aragón TV, la televisión autonómica de Aragón).

Música: Puedes escuchar la banda sonora de la historia bajo estas líneas. Te encontrarás con la versión del ‘Lady Marmalade’ de Christina Aguilera, Lil’ Kim, Mya y P!nk, que fue el tema que, según recuerdo, presentó la concursante en aquella final televisiva. No es una canción precisamente sencilla. También aparece Cuti Vericad, al que me encontré casualmente en la puerta del hospital durante aquellos días. Su música viene a mi mente cuando recuerdo los días de hospital, principalmente su ‘Las Aventuras del Astronauta Theo’, que habla de la misma Unidad de Neonatos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza a la que homenajea: «a veces veo extraños seres de ropas blancas tras el cristal, tal vez son dioses solo llegados para curar mi mal».

Curiosidad 1: Mi pequeña sufrió una falta de vitamina B12 y tuvo una solución muy sencilla una vez detectado el origen de su hipotonía transitoria.

Curiosidad 2: Me encontré al músico Cuti Vericad en la puerta del hospital. Aquel encuentro y sus mensajes posteriores me sirvieron de gran ayuda.

Curiosidad 3: No es necesario ser creyente para saber que existen los ángeles.

Banda Sonora:

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