La sala sita en pleno corazón de El Tubo zaragozano, el Rock & Blues Café, sigue en su empeño por convertirse en la punta de lanza local en cuanto a programación de conciertos, y lo cierto es que lo están consiguiendo con creces. Semana a semana, mes a mes, su escenario se ve inundado sin descanso por todo tipo de propuestas con un solo denominador común: la calidad. Bien es cierto que se centran en estilos como el rock n’ roll, el blues, el americana,… pero también el jazz y el soul tienen cabida entre sus decoradas paredes. Es el caso del concierto de Stone Foundation, que llegados de los midlands ingleses desembarcaron en nuestra ciudad con su perfecto soul blanco para todos los públicos. La asistencia de aficionados así lo corroboró, pues el aforo estaba prácticamente completo, lo cual no es sencillo tratándose de un miércoles. La banda capitaneada por Neil Jones, el hombre de la sonrisa permanente, subió a las tablas con nada menos que siete músicos en sus filas: sección completa de vientos, batería, bajo, teclados y Jones en labores de cantante y guitarrista. Apadrinados por Paul Weller -del que son amigos personales varios miembros de la formación-, fue gracias a su altavoz que consiguieron llamar la atención de la prensa y el público británicos. El show comenzó con una potencia inusitada al inicio de cualquier concierto, lo que confirma el oficio de un grupo con ya 25 años de historia y con verdaderos maestros del instrumento en sus filas. Tal es el caso del bajista y cofundador, que lleva -junto con Neil- la batuta de Stone Foundation desde sus comienzos. Sonaron sus más famosos temas, entre los que se encuentran “Carry the news” y “Fix you up”, sus mejores canciones en opinión del firmante. Con un claro poso mod y “sixties”, los británicos ofrecieron un recital de primera categoría que el numeroso público celebró con júbilo hasta la última nota. Ahora les toca terminar la gira y recorrer el resto de la península en un tiempo récord; ánimo y les esperamos de nuevo muy pronto en Zaragoza, donde tienen buenos amigos y se encuentran como en casa.
Texto: Alejandro Elías / Foto, cortesía César Torres / El Cuartelillo