Hay que ser muy valientes para sacar un disco de rock en pleno siglo XXI. Parece que la carretera es más larga de lo que las señales marcaban y nuestras botas tejanas solamente han recorrido una parte del camino. Los zaragozanos Endorphin Shot han puesto el sonido americano en la primera plana del panorama aragonés. Comandados por la potente voz de Cristina Alonso y con la base del pastel, sólida y dulce que aportan Martínez, Herrero y Casanova presentan Delta Road, un larga duración inundado del espíritu del Mississippi pero con matices.
Y son estos matices, los del funk y del soul los que elevan la obra y la emplazan en la corriente que siguen las orillas que contemplan a los templados ríos del Oeste. No hay dedos suficientes para contar los momentos cumbre del disco: Red Wine, So Easy, el pseudofunk de Mud, el blues de Delta o el Country de Jungle. Todos los palos del rock americano se tocan y se salvan con nota, con momentos de brillo en los que la voz de Cristina Alonso se eleva a los altares, allá donde Tina y Janis juegan con Dolly y Bonnie. El círculo que se abre con el acierto eléctrico de Fucking Days se cierra con Rockshot, canción de belleza extrema y de ejecución magnánima.
El tiempo sigue pasando y la muerte no nos quita el ojo, pero seguimos siendo felices. Y lo somos porque podemos seguir mentando a Bon Scott sin temor, alimentando el fuego de Hendrix o bebiéndonos un Bourbon entre pecho y espalda y escupir el resto al suelo. Y somos afortunados, la banda sonora la tenemos en nuestra tierra.
Stabilito, D.
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