Segundo fin de semana en Pirineos Sur 2019. Esta vez con la presencia de un titán: Andrés Calamaro; el que es, quizá, el mejor compositor de canciones rock que ha dado la historia en lengua castellana. El pasado viernes desembarcó en el pantano de Lanuza para presentar su último y aclamado disco “Cargar la Suerte” junto a su descomunal banda de directo compuesta, esta vez, por músicos argentinos. Y es que la patria albiceleste está siempre presente en el imaginario de Calamaro, no solo por la nacionalidad de sus músicos, sino también por el discurso que el bonaerense traza siempre ligado a su país. Comenzó potentísimo con “Alta suciedad”, ese rock urgente que abría y daba nombre a su mejor disco y que constituyó la mejor colección de canciones hechas en los años 90 en España. Pronto nos dejó el primer guiño a su banda madre –sin contar con los seminales Abuelos de la Nada- y ejecutó una versión primorosa de “A los ojos” de Los Rodríguez que puso a botar a todo el anfiteatro pirenaico. Andrés se fue soltando poco a poco, tanto de cuerpo como de lengua, y el cantante bailaba y charlaba con el público y sus músicos casi como si estuviera en su local de ensayo, y es que el argentino siempre enarboló la bandera del “músico cercano”, no sin entrar en las polémicas que todos conocemos. Continuó con canciones nuevas y algún guiño a su pasado más lejano, pero se mantuvo fiel a un repertorio en su mayoría reciente, hecho que le honra pues sabe que cuenta con una discografía de la que podría sacar oro puro para contentar a sus fans sin mucho esfuerzo. Ese oro brilló más que nunca en el tramo final del concierto, con “Crímenes perfectos”, “Estadio azteca”, “Los chicos” y “Milonga del marinero”, trallazos que pusieron al público al borde del éxtasis. Y tras un breve descanso, llegó la sorpresa que más de uno intuía: se invitó a subir al escenario al rapero zaragozano y punta de lanza mundial del hip hop en castellano Kase.O, en un momento para la Historia. Con él hizo “Paloma” y “Flaca”, mezclando los versos de Javier Ibarra con dos de las mejores canciones de Andrés Calamaro, y ahí quedará para siempre ese momento de leyenda. Y tras una fuerte ovación y los abrazos y sonrisas cómplices entre todos los protagonistas, finalizaron con “Me estás atrapando otra vez”, uno de los mejores temas que escribieron Los Rodríguez. Antes del argentino, fue el músico aragonés Cuti el que ocupó ese mismo escenario, con una banda de músicos zaragozanos de lujo y un sonido espectacular que no hicieron sino conseguir que brillaran más todavía unas composiciones absolutamente fabulosas. Canciones como “La Búsqueda”, “Malcom” o “Theo” supusieron quizá los momentos de mayor alborozo entre su público, que celebró sobremanera poder ver al jaqués encima de un escenario tan mítico y reconocido. Con “El Oso” y “Para bien o para mal” se despidieron los músicos y un Cuti en pleno estado de forma, con la convicción del que se sabe vencedor al llegar a casa después del trabajo bien hecho.
Texto: Alejandro Elías / Foto, Jaime Oriz