Charly Hernández es periodista especializado en información musical, y colabora o ha colaborado en medios como Efe Eme, Mondo Sonoro, Popular 1, Cambio 16, Mariskal Rock, o La Ruta Norteamericana (El País), entre otros.
Mis padres me pusieron Carlos, no sé si por el lugar de nacimiento (Clínico San Carlos) o porque miraron el calendario. Aun así me conocen más bien por Charly, aunque creo que “Charly Hernández” suena a artista latino de poca monta. Soy periodista musical por vocación.
La música siempre ha estado en mi cabeza, en mi corazón y en mi entrepierna desde que era muy pequeño. En mi casa no se escuchaba demasiada música “culta”, pero algún vinilo de Springsteen, Queen, The Bee Gees o Génesis se podía encontrar. Luego estaba mi primo, que me grababa cintas de Michael Jackson. Desde entonces he estado muy enganchado. Poco a poco he ido evolucionando. A los doce ya estaba trasteando con The Beatles, de hecho me ligaba a las chicas del colegio traduciendo canciones de los “fab-four” (exactamente de George Harrison). En la adolescencia aparecieron otras influencias y aquello de escribir sobre música empezó a picarme pasados los dieciocho. Tantas fueron las ganas que empecé a trabajar en algunas webs y fanzines varios. Actualmente me dedico profesionalmente a ello.
-Tu recuerdo musical más destacado.
Pues son varios, la verdad, pero te diré un par. La primera vez que vi a Bob Dylan en directo y cuando pude entrevistar (en persona) a Johnny Winter. No me lo pude creer hasta el día siguiente. Tenía cientos de planes para lograrlo incluso con un viaje express desde Madrid hasta Barcelona por el medio. Todo salió a la primera y pude entrevistar al mítico bluesman en su autocaravana tras un concierto. La verdad es que el hombre tenía motivos para rechazar la entrevista por el cansancio que acumulaba y por su delicado estado de salud. Y hasta diría que por mis preguntas. Pero se lo tomó tan bien que conseguí sacarle más de una carcajada. Cuando terminé me dio las gracias por haberme tomado todo ese tiempo para hacerle la entrevista. Jamás olvidaré el tacto de su piel. No era humano. La anécdota entra las anécdotas fue que uno de sus ayudantes me pidió que lo llevara en la silla de ruedas desde la autocaravana hasta la puerta del hotel.
-Un libro, una peli y un disco.
Un libro: “En el camino” (Jack Kerouac). Una película: “Una historia del Bronx” (Robert de Niro). Un disco: “Nebraska” (Bruce Springsteen).
-Situación más comprometida en la que te has visto.
Pues han sido muchísimas y presiento que no las únicas. Por educación omitiré nombres, pero hay algunas relacionadas con entrevistas internacionales donde el inglés fluía mejor con cerveza. Otras de cama y algunas otras en las que pensaba “de esta no sales, muchacho”. Como la ocasión en la que me vi debajo de una cama totalmente desnudo y con la ropa hecha un guiñapo a lo Andrés Pajares.
-Un recinto de conciertos.
La sala El Sol de Madrid. Por longevidad, por acústica, por localización, por el trato… ¡adoro esa sala! Por allí han pasado los mejores y a buen seguro te digo que seguirán pasando. Una noche madrileña en condiciones empieza en El Sol, continúa en La Coquette y acaba en el Tony2.
-Un maestro-una maestra.
Más que maestros… diría “admirados”. Lester Bangs sería uno de ellos. Era el punk trasladado al periodismo musical.
-Un tema musical para hacer el amor… y otro para follar.
Yo es que follo poniéndole amor al asunto, no me va lo de follar por follar. Pero vienen a mi mente ‘Cinderella’ (Cracker) y ‘Bad Company’ (Bad Company). Que cada uno las ubique donde quiera. Una cosa te digo, no puedo hacerlo con música de fondo, me desconcentro.
-Detalles de un polvo memorable.
Aquel en el que nos llamaron la atención en el hotel por montar escándalo. Un culotte roto por el ímpetu del momento, fluidos varios por doquier, una lámpara y un vaso por los suelos en mil trozos… y yo sin encontrar mi ropa interior ni mis pantalones. Acabé semidesnudo por la calle, con las zapatillas en la mano y sin ropa interior. Mis pantalones, afortunadamente, aparecieron.
-Tu mayor gamberrada.
Alguna hay relacionada con un coche de la policía nacional. Creo que ellos lo llaman “atentado contra la autoridad”. Yo lo defino como “para la próxima le tocas los cojones a otro, acomplejado”. Eso sí, rebelde con causa, tenía motivos.
-¿De quién es el último e-mail que has leído?
Pues el mail de un responsable de uno de los medios para los que trabajo. Le he propuesto un artículo y me lo ha aceptado.
-¿Qué plan tienes para esta noche?
Pues hoy es un día de diario, así que me ducharé, cenaré y continuaré trabajando.
-Una reivindicación cultural.
Las teleoperadoras deberían pagar los derechos de autor puesto que ellas son las que realmente se están lucrando con el tema, estafando a todo el mundo y lavándose las manos mientras otros se lo llevan calentito. Eso y que la cultura debería tener precios populares y no que hasta le estamos pagando las putas al transportista que lleva los discos/libros/películas de un punto a otro.
-Una frase que resuma tu modo de ver la música.
La leche sin lactosa es como el rock and roll sin actitud.
-Una frase que resuma en la medida de lo posible tu modo de ver la vida.
Lo importante es saber lo que uno busca de manera aproximada teniendo claro lo que no se quiere exactamente.
Más info: Charly Hernández