Aragón Musical Noticias Musicales y Agenda de conciertos en Zaragoza, Huesca y Teruel
Para un melómano entrar en la sala Oasis de Zaragoza es como para un cristiano entrar en una iglesia, es suelo sagrado. Con una gran diferencia: iglesias hay una en cada localidad del mundo y Oasis sólo hay una. Esas paredes, esas cortinas, ese ambigú, ese escenario… cuántos y qué buenos conciertos han presenciado. Han sido testigos de una época irrepetible que por suerte todavía continúa y nos sigue brindando la oportunidad de ver a artistas enormes -aunque a veces bajitos- en directo. Es el caso de Iván Ferreiro, músico indispensable en la escena independiente española que lleva tocando sobre esas tablas más de 30 años, como recordó ayer en una de las escasas conversaciones que mantuvo con su público. El resto del tiempo lo dedicó a tocar espléndidas canciones, abriendo el show con varias pertenecientes a su último disco, hasta que llegó el turno de la primera gran sorpresa con “Inerte”, single del último e incomprendido disco de Los Piratas editado hace justo veinte años. Con “M” se ganó la atención y el pálpito de un público ávido de grandes éxitos que sabe de antemano que Ferreiro no concede siempre los ansiados deseos de sus fieles. Sus músicos tocan en trance, es digna de ver la pasión que le ponen al asunto Emilio Saiz o Ricky Falkner, dos de sus más antiguos escuderos. Con ese ímpetu atacaron “El dormilón”, otra de las que levantó el ánimo de los más de 800 espectadores que llenaron el venue. Y llegaron “El equilibrio es imposible” y “El pensamiento circular” para definitivamente hacer de la Oasis un karaoke masivo en el que Iván ejerció de maestro de ceremonias. “Años 80”, “Cómo conocí a vuestra madre” y “Turnedo” son dardos directos al centro de la diana, pero guardó “En las trincheras de la cultura pop” para poner fin a un concierto intenso en interpretación, con difíciles texturas sonoras y quiebros rítmicos que proporcionan una experiencia sensorial que muy pocos artistas patrios se atreven a ofrecer. Y es que en un época en la que todo se compra, en la que todo se vende, en la que todo se adorna, en la que todo se filtra, en la que todo se corrige,… tener a Iván Ferreiro nos confirma que sigue habiendo una cosa que democratiza todo: el talento. Ahí no hay
dinero que valga, lo siento.
Texto: Alejandro Elías / Foto, Marta Delcas
