Aragón Musical Noticias Musicales y Agenda de conciertos en Zaragoza, Huesca y Teruel
Vivimos en una ciudad que colma sus calles con genios y locos; en ocasiones todos los factores se aglutinan y podemos coincidir en tiempo y lugar con uno de estos personajes, capaces de dejarse la piel en lo profesional, que para gloria bendita de pecadores, coincide con nuestros momentos de ocio. En Sweet Caroline pasa un poco de todo esto, han puesto patas arriba la escena musical de la ciudad apostando, como cantaba Mauricio Aznar, por el rock and roll y la jugada no les ha salido mal. Ayer hubo triplete en la sala principal de Las Armas, unos que empezaban, otros que volvían y los terceros que se daban un homenaje tras un largo parón.
Javier Moliner, Nacho Santos y el resto de Malaventura abandonan el rock más clásico de formaciones anteriores como Señorita Pepis o Juanita Calamidad, para centrarse en sonidos urbanos, endurecidos y sociales pero sin perder de vista el toque americano. Es cierto que su directo se debe pulir y solventar algunos fallos propios de los primeros conciertos pero el oficio sigue presente y temas como Los herederos o Conformados bien merecen más escuchas.
Tras ellos salieron a escena, tras un largo parón, Mama Kin; descendientes de la trama más sureña del rock y con los cuervos negros por bandera. Un sonido apabullante con un Petuco ‘on fire’ a la voz hizo que la hora de concierto quedará escasa. Las canciones siguen teniendo fuerza y no se pierden en los vicios del escenario. Temas como Uno entre un millón, Déjalo, Canciones tatuadas o las versiones de Blue Joke (Lluvia) y de The Black Crowes (No speak no slave) dejaron mellados los tímpanos de la audiencia, preparados de antemano para un grupo que nunca falla y que esperamos ver definitivamente de vuelta.
Sol Lagarto son uno de esos grupos con los que te chocas en algún momento de tu vida y se convierten de golpe y porrazo en tu banda sonora; los catalanes son un ejemplo más de que esta industria es injusta y ni una vuelta de hoja podrá cambiarla. Un grupo con una presencia escénica arrolladora y una actitud en las tablas superior. Zaragoza es una de sus plazas fetiche y tenían claro que no podían faltar en esta reunión justificada por la celebración de su vigésimo aniversario. Palabras invisibles, Mira adelante, Solo y Qué más da iniciaron un show frenético sin tiempo para descanso. Entre riff y estribillos eléctricos solamente hubo tiempo para el sosiego con la versión de Soulshine interpretada magistralmente por Ramón Montardit. Lo demás, lo de siempre, Ernest Armengol en su papel de frontman alentando al público y el resto de la banda haciendo suyo el papel protagonista. Se permitieron el lujo de presentar sus dos últimas creaciones, Quema el Sol y Perseguidos, haciéndonos ver que todavía hay carbón en la maquinaria. Y un final, interrumpido por el cambio de tercio de la sala, con La Serpiente, Qué es lo que quieres tú y el apretón final con Días Mejores que dejaron calmadas las ansias y satisfechos a los asistentes.
El rock, nuestro sentido de vida, es necesario en estos días de inercia. Los locos, los genios, los músicos en general, dan sentido a capítulos de nuestra vida que vagan por el horizonte. Démosles algo de tregua e invirtamos en ellos, son caballos ganadores, lo crean o no.
Stabilito, D.
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